A pesar de que el trastorno bipolar y el trastorno límite de la personalidad tienen síntomas similares -como los cambios de humor extremos- y a menudo se pueden confundir, son dos tipos de enfermedades mentales completamente diferentes que tienen tratamientos únicos. El diagnóstico de cualquiera de los trastornos es muy difícil y requiere un extenso interrogatorio, conocimiento del historial médico e información sobre los antecedentes y los síntomas de la persona para llegar a una conclusión adecuada.
De acuerdo con un estudio casi un 70% de los pacientes bipolares son mal diagnosticados en un inicio y hasta un tercio permanecen mal diagnosticados durante mucho tiempo después. Frecuentemente son diagnosticados con depresión y los antidepresivos prescritos pueden ser peligrosos para estos pacientes, ya que pueden inducir a la hipomanía y desencadenar un ciclo entre manía y depresión una y otra vez. Las personas que sufren de trastorno límite de la personalidad tienen graves dificultades para regular sus emociones, lo que a menudo conduce a cambios de humor, impulsividad y relaciones personales inestables. Además de los cambios de humor, los pacientes con TLP suelen tener un bajo sentido de autoestima ésta se manifiesta en tendencias suicidas y autolesiones. También tienden a tener un miedo al abandono por la familia o amigos, comportamientos impulsivos como comprar en exceso o conducir de forma imprudente, y frecuentan estados de ánimo intensos como ira, depresión o irritabilidad que puede durar días. El trastorno bipolar comparte muchos de estos síntomas como comportamientos imprudentes, cambios de humor y la impulsividad. Sin embargo, el principal factor determinante del trastorno bipolar implica el sufrir altos y bajos extremos en el estado de ánimo. El primero se llama euforia, que involucra sentimientos de entusiasmo, energía extremadamente alta y grandiosidad. Frente a estos episodios de manía se viven otros de profunda depresión y fatiga, con una incapacidad para concentrarse y ser productivo. Los expertos señalan que uno de los principales factores de diferenciación entre trastorno bipolar y el trastorno límite de la personalidad es que los síntomas del trastorno de la personalidad son bastante consistentes y permanentes, mientras que las personas con trastorno bipolar parecen tener «descansos» entre sus cambios de humor extremo. Las relaciones personales también pueden ayudar a clarificar la diferencia entre los dos trastornos. Todos los síntomas del trastorno de la personalidad se manifiestan en relación a las relaciones interpersonales. En otras palabras, es probable que los síntomas del trastorno de la personalidad pueden ser provocados por el conflicto en las relaciones, mientras que los síntomas del trastorno bipolar suelen aparecer sin que haya un motivo detrás. No hay ningún desencadenante que precipite su cambio en el estado de ánimo. La única explicación fiable es que ha habido un cambio endógeno en su actividad cerebral y neuroquímica.
Tomado de la red
@Adamed T V
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